En el post de hoy, os invitamos a explorar el juego con la caja de arena, también conocido como sandplay, una interesante práctica de la que nos habla Arnau Careta Plans de Barcelona Espai de Supervisió en este artículo.
Como nos cuenta a partir de su experiencia con este recurso, el sandplay nos ofrece una oportunidad única para expresar, simbolizar y elaborar contenido psíquico y emocional a través del juego, descubriéndonos su potencial para el trabajo de las emociones incluso cuando resulta difícil o imposible verbalizarlas. Así, vemos como se trata de un recurso educativo pero también terapéutico, con el que podemos animar a los niños y niñas a jugar y comunicarse con pocas palabras.
Aquí podéis ver un ejemplo de un espacio de sesiones con la caja de arena y varias figuras:
En su artículo, Arnau también nos habla de cuál debe ser el rol del facilitador en estas sesiones, haciendo hincapié en la importancia de limitarse a la presencia y la observación, remarcando la importancia de “comprender que el niño es el experto en su caja y nosotros estamos presentes, observando en silencio”. Solo después de la sesión pasaremos al nivel del análisis. Además, podremos descubrir también un ejemplo de su aplicación real con Laia, una niña de 4 años, ilustrando cómo se ha trabajado con ella a lo largo de varias sesiones representando escenas para ayudarla a expresarse.
Si queréis saber más sobre el potencial de este recurso para el aula de infantil, no os perdáis la explicación completa de la propuesta en la Revista Aula de Infantil número 102 (clic aquí), dedicada a abordar la salud mental en la primera infancia.
Y tu, ¿te animas a usar este recurso en tu aula?
