Aquí estamos, todos en casa.
Horas interminables delante del televisor, otros ratos jugando con todo aquello que despierta el interés y la imaginación de los niños y niñas… otros sin hacer nada, pero finalmente llega la pregunta: ¿Y ahora qué hacemos?
Estoy aburrido ¿qué hago? Ve a la habitación a jugar y estate tranquilo…
– ¿Por qué no me lees un cuento…?
Antes de comenzar a desgranar los contenidos del decálogo que sigue a estas líneas, convendría decir que un documento de este tipo es, sobre todo, una manera de promover o de propiciar la reflexión (en este caso, en el s…