Sabemos que hay cosas que funcionan, queremos disfrutar del trabajo y podemos mejorar, tanto desde el punto de vista individual como colectivo.
Sabemos que llevamos un tiempo, largo, en el que las condiciones generales y concretas de nuestro entorno laboral no animan demasiado. Sabemos que los cambios que nos rodean nos hacen pensar en tiempos pasados y mejores. Sabemos que es fácil que nos dejemos arrastrar por una cierta corriente de pesimismo, siendo conocedores de que en muchos casos lo que hacemos no se corresponde con lo que sabemos que deberíamos hacer.
Sabemos cuál es el poder…