Todos los avances experimentados en los últimos años en el ámbito de la educación en los valores están sufriendo, en este momento, una especie de estancamiento provocado, desde mi punto de vista, por dos motivos:
En primer lugar, por la creciente e imparable complejidad y agitación del mundo y de la realidad en la que vivimos, cuajada de contradicciones e inmersa en conflictos que entonces se hacen cada vez más extensibles y universales: el terrorismo y la violencia; el crecimiento de la pobreza en el mundo; y la realidad no resuelta de la interculturalidad y del respeto a las diferen…