Del papel a la pantalla
Sin duda, la migración hacia Internet de varias formas de comunicación hablada y escrita ha hecho más evidente que comentar es una práctica corriente, cotidiana, viva e interactiva, más allá del ejercicio académico y canónico del “comentario de textos” que describen los manuales al uso (como el famoso de Lázaro Carreter y Correa; véase Cassany, 2000) y que se incluyen en muchos exámenes de instituto y selectividad. Con los ordenadores, la intertextualidad se hace más evidente: conservamos las conversaciones de chat, leemos todas las aportaciones hechas en …
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