Defendemos la idea de que este saber complejo se puede enseñar y se puede aprender con una intervención didáctica que, entre otros aspectos, equilibre la creación de situaciones comunicativas en el aula con la reflexión sobre uso de la lengua. Esta afirmación nos aleja de los planteamientos exclusivamente naturales y espontaneistas del proceso de aprendizaje, según los cuales únicamente hace falta crear situaciones comunicativas en las aulas, para que los alumnos, por el solo hecho de hablar, mejoren su competencia oral: hay personas que hablan mucho y mal y, además, escuchan poco….