Para comenzar: algunos recuerdos como ciudadano económico
Hace unos años asistí a una conferencia donde se presentó un problema muy conocido sobre el reparto singular de una herencia. En el problema se narra la historia de tres hermanos que recibieron del padre treinta y cinco camellos, de tal forma que al mayor le correspondían la mitad, al segundo la tercera parte y al menor la novena parte de los camellos. Al no ser la cantidad de 35 divisible por dos, por tres ni por nueve, los hermanos pidieron ayuda a un sabio, que ofreció regalarles su propio camello para que pudieran realizar e…
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