Se ha repetido hasta la saciedad que vivimos en un mundo de imágenes. Y es cierto. Y lo es porque la sociedad actual, tanto en su dimensión económica como política, necesita las imágenes como soporte fundamental de subsistencia.
La difusión masiva, y a veces indiscriminada, de imágenes a través de los medios de comunicación, está conformando continuamente la opinión, la voluntad, las formas de ver y entender, de relacionarse, las costumbres, etcétera, de la humanidad, produciendo además una uniformización tanto en aspectos conceptuales como vitales. Las imágenes cumplen la fun…