En los últimos tiempos, ligado a la crisis de los sistemas educativos y a la propia crisis de la ciencia histórica, se ha producido un cierto desconcierto que ha debilitado la propia convicción del profesorado sobre la utilidad de la historia como conocimiento formativo. Uno de los síntomas del mencionado desconcierto es la falta de consenso efectivo sobre la historia que debe ser enseñada y los criterios que deben servir para configurar la secuencia de contenidos para la educación secundaria.
tiene un interés propio y autosuficiente como materia educativa.
La selección de los conten…