Testigo de tres dimensiones
Como a tantas maestras, el exilio interior también atrapó a María, a partir de 1939. Encarcelada primero, absuelta después y separada de la docencia oficial, fue, finalmente, rehabilitada en el Cuerpo Nacional de Maestros en 1952. En esta dramática peripecia, común con la de otras maestras, María añadía un agravante: su vinculación a la Institución Libre de Enseñanza (ILE), contra la que tan cruelmente se ensañó el franquismo. No obstante, su separación del magisterio oficial no fue óbice para que María Sandez Arbós no continuara prestando sus se…
Contenido solo disponible para suscriptores
Accede a este artículo individual por solo
25280.49$ IVA incluido
Descubre todo nuestro contenido sin límites
Desde 42470.66$ IVA incluido
¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión