La evaluación de las actividades con familias no puede limitarse a la evaluación que hace el equipo educativo. Evidentemente las familias también tienen algo que decir. Para recoger su valoración podemos utilizar desde las situaciones más informales (impresiones en el día a día, etc.) hasta los instrumentos más rigurosos.
Siendo realistas, no podemos pedir a las madres y a los padres evaluaciones exhaustivas de cada reunión, fiesta, entrevista, etc. En el otro extremo, que una familia apenas tenga oportunidad de opinar sobre el centro y sus actividades no parece en absoluto justifi…