El desequilibrio existente entre la presencia de las mujeres en la historia que explicamos y su peso numérico y cualitativo en la sociedad y en el devenir histórico, ya es un hecho generalmente aceptado. Suele usarse un genérico en el que teóricamente se engloba a toda la humanidad. Sin embargo, en un análisis más detenido, descubrimos que se habla solamente de los hombres, es decir, de la mitad de la humanidad.
¿Es el hecho de explicar olvidándonos de la mitad de la clase el único problema? ¿Qué pasa con la otra mitad de la clase? ¿Se pueden identificar sus componentes con los p…