A estas edades los niños y las niñas pueden mostrar temporalmente ciertas reacciones agresivas que manifiestan su necesidad de negación o de oposición y, en definitiva, de autoafirmación y de crecimiento. Cuando se trata de reacciones momentáneas y temporales, podemos considerarlas dentro de la normalidad. En estas ocasiones, hay que poner límites, reaccionar con calma para que el niño o la niña recupere la confianza y pueda ir regulando su comportamiento.
Cuando estos comportamientos son continuos y repetitivos, es necesario intervenir: algo le sucede al niño o a la niña. Puede q…