La evaluación en educación infantil

En este prólogo se presenta el libro, el cual ofrece un planteamiento de evaluación en la educación infantil que recoge en sí mismo una visión de la función de la escolarización en esta etapa. Es un texto que responde a la necesidad urgente de transformación educativa, de revisión de paradigmas que dan contexto a las prácticas actuales en esta y otras etapas obligatorias de la educación en nuestro país.

En esta introducción se describe que el libro surge de la necesidad de cambiar la práctica de la educación infantil y, consecuentemente, de cambiar el modo de evaluarla. Podría decirse: «Dime cómo evalúas y te diré cuál es tu práctica». Asimismo, explica que la propuesta que se presenta viene de la mano de una propuesta educativa para la etapa de infantil que, a su parecer, debería prolongarse al primer ciclo de la etapa de primaria.

La evaluación ha sido definida de distintas maneras según los diferentes autores que la han estudiado y analizado. En este capítulo se revisa el enfoque de la evaluación centrada en el contexto, analizando los límites de la evaluación tradicional, las capacidades innatas en la infancia y el impacto del contexto en su desarrollo: la familia, las educadoras, los interpares y la comunidad.

La evaluación es importante para tomar conciencia de lo que hacemos, dando pie a reformular nuestra práctica y ajustarla a la realidad particular de cada momento y contexto. En este capítulo se aborda el bienestar del menor, de las educadoras, de las familias y de la comunidad como primera pregunta que debemos hacernos cuando evaluamos.

Asimismo, se vincula esta concepción a la innovación continua y a la transformación educativa, concretando para qué queremos evaluar.

Se entiende el proceso de evaluación como un recorrido que parte de la propia práctica del aula y busca incidir en la misma. Este y otros aspectos son los que se tratan en este capítulo sobre cómo evaluar analizando el proceso cíclico de la evaluación desde la práctica, la recogida de datos, el análisis de datos y la reflexión y, finalmente, la definición de las propuestas de mejora como elementos clave para ligar el proceso de evaluación a los procesos de investigación-acción.

En este capítulo se aborda el contenido de la evaluación, es decir, qué evaluar. Siguiendo el punto de vista desarrollado en los capítulos anteriores, el foco ahora recae nuevamente en el contexto. Evaluando y mejorando el contexto, se mejorará la propuesta o la oferta que la escuela plantea a la niña o al niño para que su desarrollo sea más armonioso y completo. Se tendrán en cuenta aspectos como la dimensión física, con las propuestas de espacios, materiales y tiempos, y la dimensión más personal de las educadoras.

Cuando hablamos de evaluación a todos se nos viene a la cabeza, ante la presión que procede del exterior, la necesidad de responder a las familias durante el curso, al final del curso, al final de la etapa o en algunos casos en que algunos niños o niñas no están al mismo nivel. En este capítulo se abordará el seguimiento de los procesos de evaluación y el momento en el cual es más oportuno llevar a cabo evaluaciones.

Los niños y las niñas son agentes activos en la evaluación y deben participar en ella de forma proactiva. En este capítulo se presentan diferentes estrategias para fomentar la participación infantil mediante entrevistas, fotografías, recorridos guiados, mapas, juego simbólico, entre otras vías de expresión que asimismo también contribuyen a guiar procesos de innovación y transformación educativa.

Las familias son un elemento fundamental en la vida cotidiana de la escuela. Son las que deciden traer a sus hijos a nuestras escuelas y esto posibilita que podamos realizar el trabajo que tanto nos gusta. En este capítulo se trata este tema en profundidad abordando aspectos como el encuentro entre las familias y las educadoras, la preparación del encuentro, el hecho de compartir toda la información y, sobre todo, la comunicación a la familia cuando hay dificultades en las que se debe elegir muy bien el lenguaje y el mensaje que queremos transmitir.

La pretensión de los autores y autoras del libro es incidir sobre un cambio de mirada sobre la evaluación porque si se consigue repercutirá en un cambio en la escuela, en una práctica más ajustada a las necesidades de los niños y niñas, sus familias y las maestras.

Animamos a poner en práctica la forma de evaluar que se sugiere en este libro y a desarrollarla en la medida de lo posible. Los ingredientes de esta jugosa propuesta  los tenéis en estas páginas.