Resumen
Es maravilloso oír a una criatura decir cualquiera de estas frases cuando conversamos sobre nuestro diario de aprendizaje: «Mi diario me hace sentir orgulloso de mi trabajo», «Es como un amigo que me escucha cuando escribo y me ayuda a reflexionar sobre cómo puedo mejorar aquello que me cuesta». ¿Cómo se desarrolla y se trabaja este estilo de evaluación de la que tanto nos habla el nuevo currículo? ¿Qué beneficios tiene? ¿Qué es lo que realmente cuesta?